Este mes profundizaremos en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2 (ODS 2), que tiene como fin alcanzar el hambre cero, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición, y promover la agricultura sostenible para 2030.
Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 8,9 por ciento de la población mundial (casi 690 millones de personas) se muere de hambre. Por lo tanto, se deben tomar medidas radicales para proporcionar alimentos y ayuda humanitaria a las regiones de mayor riesgo. La mayoría de las personas desnutridas del mundo (381 millones) aún se encuentran en Asia. Más de 250 millones viven en África, donde el número crece más rápido que en cualquier parte del mundo.
El ODS 2 se interconecta con muchos otros ODS. Por ejemplo, está muy relacionado con la erradicación de la pobreza (ODS 1) que analizamos el mes pasado. Además, también existe una fuerte conexión con garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua (ODS 6) y tomar medidas para combatir el cambio climático (ODS 13), ya que ambos son necesarios para sostener la producción de alimentos.
Este ODS tiene 8 metas específicas (sub-objetivos) que están relacionadas con garantizar sistemas de producción de alimentos sostenibles e implementar prácticas agrícolas resilientes, mantener la diversidad genética de las semillas, mejorar la capacidad productiva agrícola en los países en desarrollo, y limitar la volatilidad extrema de los precios de los alimentos, entre otros. Se han acordado 14 indicadores específicos para medir estos objetivos.
La buena noticia es que no es necesario ser empresario o ciudadano de los países más afectados por el hambre para poder hacer algo, todos podemos contribuir sin importar dónde estemos o de dónde seamos. Las soluciones para estos problemas, como la agricultura sostenible y el aumento del uso de la agrotecnología, podrían resolver múltiples problemas a la vez.
Es difícil, no imposible
Hay varios factores que pueden poner en riesgo la seguridad alimentaria y nos pueden hacer pensar que no hay nada que podamos hacer para cambiar esta situación, que es imposible. No voy a ser yo quien les diga que es fácil hacerlo, definitivamente es difícil, pero no imposible. Analicemos primero los desafíos, probablemente algunos de los más grandes son los siguientes:
- Cambio climático. Sin duda, juega un papel importante en la agricultura. El incremento de eventos climáticos extremos (sequías, lluvias impredecibles, incendios, tormentas, huracanes, etc.) y el cambio de temperaturas están impactando las actividades agrícolas a nivel mundial, creando condiciones adversas para la producción de alimentos.
- Sistemas de monocultivo. Pasar de sistemas de multicultivo a monocultivo ha limitado la diversidad de productos agrícolas. Además, una inclinación cada vez mayor hacia los cultivos comerciales, como el café o el cacao, que se cultivan para venderlos con fines lucrativos, puede generar variaciones de precios que afectarán directamente los ingresos, ya de por sí muy bajos, de los pequeños agricultores.
- Desperdicio de alimentos. Según la FAO, tiramos a la basura un estimado de 1.600 millones de toneladas equivalentes de productos primarios a nivel mundial. Permítanme entender esto bien, por un lado, millones de personas están muriendo de desnutrición y, por otro lado, ¿estamos tirando toneladas de comida? ¿Esto tiene sentido? Desde luego que no, pero lamentablemente está sucediendo debido a los sistemas de comercio global, los patrones de consumo en el mundo desarrollado, etc.
Demasiada información sobre la que reflexionar. La inversión en el sector agrícola, junto con la eliminación del desperdicio de alimentos, es fundamental para aumentar la productividad agrícola y la producción sostenible de alimentos, mejorar la resiliencia ante desastres y crisis y, por lo tanto, reducir el hambre y la pobreza. Aunque los problemas relacionados con el hambre y la desnutrición parecen locales y lejanos, todos podemos contribuir, incluso si tu empresa no trabaja en los mercados en desarrollo.
¿Cómo podemos ayudar a lograr el hambre cero?
Puedes empezar por hacer cambios en tu propia vida (en tu casa, en el trabajo y en la comunidad), apoyando a los agricultores o mercados locales y eligiendo alimentos sostenibles, apostando por una buena nutrición para todos y luchando contra el desperdicio de alimentos. También puedes usar tu poder como consumidor y votante, exigiendo que las empresas y los gobiernos tomen las decisiones y los cambios que harán realidad el hambre cero.
- Apoyando a los pequeños agricultores
Las iniciativas de microfinanzas pueden proporcionar financiación a los pequeños agricultores para que sean autosuficientes y mejoren la productividad y la sostenibilidad agrícolas y, posteriormente, aumenten su capacidad para garantizar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria para la comunidad local.
Además, las nuevas tecnologías y dispositivos, como los teléfonos móviles, pueden facilitar la transferencia de conocimientos a los agricultores rurales sobre el ciclo de producción de alimentos y los vínculos con el mercado. La agricultura es un negocio enorme y es importante crear oportunidades para motivar a las generaciones más jóvenes a dar un paso adelante y seguir una carrera en la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.
- Comprendiendo tu cadena de valor
La asociación con agricultores locales y otros proveedores a lo largo de la cadena de valor mejora la productividad, la sostenibilidad y la viabilidad de los agricultores y las comunidades locales. Si bien las cadenas de suministro pueden ser grandes y opacas, esto no debería desanimar a las empresas a mantener los más altos estándares de sostenibilidad en las prácticas de abastecimiento, mejorar la trazabilidad de los materiales de entrada y demostrar transparencia en la cadena de suministro, ya que su impacto global es de gran importancia.
Las personas también tenemos una opción, ya que es nuestra responsabilidad elegir quiénes son nuestros proveedores, eso significa que tenemos el poder de decidir dónde comprar y cómo gastar nuestro dinero. Hay estudios que demuestran que los consumidores hoy en día están más preparados para pagar por productos que estén alineados con alguno de los ODS. Asimismo, también deberíamos pensar en nuestros hábitos alimenticios y preguntarnos antes de comprar: ¿Vamos a comer toda esta comida? ¿Mi cuerpo necesita esta cantidad de alimentos? ¿Es esta comida real?
- Reduciendo el desperdicio de alimentos
Esto es algo con lo que los minoristas de alimentos se están poniendo al día porque realmente puede ayudar a combatir el hambre. Por ejemplo, Walmart ahora está dispuesto a vender alimentos ‘no tan bonitos’ y está trabajando para obtener el 100% de la cosecha de los proveedores. Hay otras empresas, como el desarrollador de juegos Zynga, que contribuye brindando a los jugadores la posibilidad de comprar dispositivos en el juego que respaldan el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Los hoteles, por ejemplo, tienen una gran responsabilidad en este asunto. Especialmente los que sirven buffets deberían estar calculando la cantidad de comida que realmente se está consumiendo para que se tire la mínima posible. Actualmente existen metodologías que miden la cantidad de desperdicios alimentarios en los que incurren los hoteles. Esto ayudará al departamento de alimentos y bebidas a tomar mejores decisiones de compra.
Además, en los últimos años, estamos viendo más y más aplicaciones que se enfocan en este problema. Personalmente, me gusta mucho «Too good to go» porque creo que está ayudando a la industria y a los consumidores a emparejarse para evitar tirar más comida. Una vez que te descargas la aplicación, puedes verificar qué tiendas locales cercanas tienen excedentes de alimentos y puedes obtenerlos por un precio más económico, es muy fácil de usar y una idea inteligente para ayudar al planeta.
Derrotar el hambre es una misión global y lograrlo para 2030 depende de todos nosotros: políticos, empresarios, científicos, docentes y cualquier ciudadano. Lo que compartimos en este artículo del blog son solo algunos ejemplos prácticos de lo que se puede hacer. Hay muchas otras formas de hacerlo, si quieres profundizar en este tema o tienes alguna duda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡estamos para ayudarte!
Fundadora de Futural Tourism. Especialista en Turismo Sostenible con más de 10 años de experiencia internacional en los campos del diseño de estrategias, gestión e investigación turística, acceso a crédito para empresas y comercio internacional.